RINCÓN DE LITURGIA
El Oficio Divino + Desarrollo Histórico
El Oficio Divino y sus oraciones tienen sus raíces en la tradición judía, donde se ofrecían sacrificios y oraciones por la mañana y por la tarde. Además, el Salmo 119 menciona siete momentos de oración diaria. Las adaptaciones cristianas primitivas de estas oraciones se desarrollaron de forma diferente en las distintas regiones y comunidades religiosas. Normalmente, se incluían oraciones matutinas y vespertinas, así como oraciones más breves a las 3, 6 y 9 horas del día. Con la formalización de la orden benedictina, se desarrolló un estándar para el rezo de las horas, que muchas comunidades religiosas adaptaron.
vigilia / maitines (nocturno) ~ 2 am-amanecer
laudes (amanecer), ~5am
Amanecer, ~6 am
terce (media mañana), ~9 am
sexta (mediodía), ~mediodía
ninguna (media tarde), ~3pm
vísperas (atardecer), ~6pm
Completas (retirada) ~7pm
*Los horarios varían según la temporada y dependiendo de la hora del amanecer y del atardecer.
La elaboración de estas diferentes liturgias podía ser bastante compleja, ya que combinaban oraciones comunes, himnos, salmos, lecturas de las Sagradas Escrituras, además de lecciones e historias de la vida de los santos. Mantener todos los materiales a mano podía resultar bastante engorroso, dado que se utilizaban diversos libros litúrgicos (salterio, leccionario, etc.). Por necesidad, se desarrolló un nuevo libro, el Breviario, que combinara todos estos elementos en una sola fuente. Los franciscanos contribuyeron a popularizar y difundir el breviario por toda Europa.
No es raro que las campanas de la iglesia se utilicen como un llamado a la oración para las diversas horas litúrgicas (similar al llamado islámico a la oración). Con el Concilio de Trento en el siglo XVI, comenzó a formarse un breviario católico romano más universal que persiste hasta nuestros días. Las revisiones del Vaticano II buscaron hacer que el uso del Oficio Divino/Liturgia de las Horas fuera más accesible para los laicos para su uso diario. Los ajustes incluyen renombrar las horas y categorizarlas como horas mayores (Oficio de Lecturas, Oración de la Mañana y Oración de las Vísperas) y horas menores (Media mañana, Mediodía, Media tarde y Oración de la Noche). Si compara las listas, puede notar que no existe un corolario para prima (amanecer). Se determinó que, debido a las similitudes entre laudes y prima y su proximidad temporal, se suprimiría la prima.
Los artículos futuros profundizarán en los aspectos únicos y la construcción general de las liturgias con la esperanza de que puedan resultar beneficiosos para su vida de oración.